México, DF., 12 de mayo de 2010.-  El día de hoy el Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, Secretario de Marina, acompañado del Dr. José Sarukhán Kermez, Coordinador Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, y del Ingeniero Carlos Morales Gil, Director de PEMEX Exploración y Producción, presidió una conferencia de prensa para dar a conocer los posibles efectos en aguas de nuestro país en el Golfo de México por el derrame de petróleo ocasionado por el hundimiento de la plataforma “Deepwater Horizon”, ocurrido el pasado 20 de abril al sur de la desembocadura del río Mississipi, en Estados Unidos de América.

La conferencia se llevó a cabo en un auditorio del edificio sede de la Secretaría de Marina, donde previamente se mostró una presentación acerca del incidente en la plataforma “Deepwater Horizon”, en la que se pone de manifiesto que la Secretaría de Marina-Armada de México, a través de la Comandancia de la Primera Zona Naval, con sede en Tampico, Tamaulipas, está en comunicación permanente con el 11º Distrito del Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos de América para llevar a cabo un seguimiento del incidente, además de un  monitoreo permanente de la trayectoria de las manchas de petróleo, así como de las condiciones meteorológicas y oceanográficas que puedan modificar su deriva; aunado a que las Estaciones de Investigación Oceanográficas del Golfo y Mar Caribe realizan constante verificación de las aguas costeras.    

Hasta el momento las corrientes costeras con comportamiento estacional han sido favorables para nuestro país, en virtud de que durante los meses de mayo hasta agosto, la dirección de estas corrientes es hacia el Norte, a través de las costas de Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, hasta las proximidades de la Isla del Padre, en Texas, Estados Unidos de América, por lo que las manchas producidas han estado derivando hacia el Norte, Noreste y Este, siguiendo el patrón predominante de las corrientes marinas en el Golfo de México, el cual se caracteriza por un importante ramal constituido por la Corriente del Golfo que ingresa por el Canal de Yucatán y sale por la Florida. Una pequeña fracción del petróleo ha derivado hacia el Noroeste, hacia la costa de Louisiana, donde pueden quedar sujetas a contracorrientes de baja intensidad y numerosos giros (remolinos).  

En el supuesto caso de que el derrame no llegase a controlarse, existe la posibilidad de que la mancha de crudo se desplace a las aguas de nuestro país debido a que durante los meses de octubre a febrero el patrón de corrientes se revierte y las corrientes lleven una dirección paralela a la costa, hacia el Sur, provocando un posible desplazamiento de residuos de aceite hacia costas de Tamaulipas, que pudieran afectar los humedales y la pesca ribereña.

De darse un eventual arribo de petróleo a costas de Tamaulipas, éste sería Crudo intemperizado, es decir, hidrocarburo pesado que ha estado sujeto a las condiciones de la intemperie (sol, viento, altas temperaturas del agua y aire, olas, etcétera) por lo cual ha perdido sus fracciones ligeras y volátiles, las manchas se han fragmentado, y ha aumentado su densidad y viscosidad, llegando a arribar a la costa en forma de grumos, plastas y cordones de lo que comúnmente se denomina “chapo”, así como espumas aceitosas. Las principales afectaciones de estos productos de baja toxicidad y alta persistencia ambiental, serían la impregnación de algunos organismos, artes de pesca y embarcaciones, así como su acumulación en las playas e ingreso a los esteros.

Se ha mencionado que uno de los principales impactos que tendrá el derrame de hidrocarburo será la afectación de la población planctónica  en el área contaminada ocasionando una elevada mortandad en la base de la cadena alimenticia de esa región; sin embargo, las comunidades planctónicas en aguas de México contribuirán a la recuperación de las zonas afectadas por el derrame, mediante el aporte de plancton y fitoplancton siguiendo las corrientes predominantes del golfo.

Alguna otra especie que pudiera resultar afectada  son las tortugas marinas tanto en sus etapas adultas como en la de huevos y crías. El litoral de Tamaulipas se caracteriza por contar con playas que son importantes zonas de anidación de tortugas marinas, entre los que destaca la Tortuga Lora, que inició su temporada de reproducción en abril y termina en septiembre.

La afectación que pueden tener las aves marinas migratorias a causa del ingreso del petróleo a los humedales de Louisiana, Mississipi, Alabama y Florida, podría reflejarse en una disminución de las poblaciones que arriban a territorio mexicano.

La Secretaría de Marina-Armada de México, ante este incidente, realiza las siguientes acciones: el monitoreo permanente de la trayectoria que lleven las manchas de petróleo, así como de las condiciones meteorológicas y oceanográficas que puedan modificar su deriva; la protección de las áreas sensibles a la contaminación por petróleo en las costas de Tamaulipas, principalmente los sistemas estuarinos y las playas de anidación de tortugas, además de la evaluación objetiva y científica de los daños a los recursos naturales que llegasen a ocurrir.

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