| Contacto | Mapa del Sitio | Canal RSS | English |
.gob.mx
Interno
Inicio - Unidad de Historia y Cultura Naval - La Guerra por la Independencia en los litorales Mexicanos - Mezcala

Mezcala

E-mail Imprimir PDF

MezcalaIsla de Mezcala

 

La insurrección libertaria se extendió velozmente por gran parte del territorio de la Nueva España. La Nueva Galicia fue una zona en donde se desarrollaron gran cantidad de acontecimientos, siendo los insurgentes los principales protagonistas. La isla de Mezcala[1] se convirtió en escenario de un enfrentamiento entre los defensores de la Corona española y los independentistas.

 

En octubre de 1812, los rebeldes se organizaron alrededor de la figura de Encarnación Rosas para prepararse ante un posible ataque por parte de las tropas realistas. No estaban tan equivocados, ya que el General José de la Cruz comisionó a algunos jefes con los que contaba para sofocar el levantamiento. Dichos jefes eran el Capitán José María Iñiguez, José Antonio Serrato, Manuel Álvarez y el Teniente Coronel Ángel Linares, quienes al llevar a cabo el reconocimiento por tierra y agua fueron fuertemente atacados por los naturales del lugar, que tras unirse las poblaciones de Mezcala, Tlachichilco, Tizapán y San Pedro Ixicán, se contaban cerca de 200.

 

Sin duda alguna, Mezcala significaba un buen lugar para abrigarse, y así se los hizo ver el clérigo de la parroquia de Ocotlán, Marcos Castellanos, quien los convenció de resguardarse en la isla, por ser esta un lugar de difícil acceso y sin terreno adecuado para atracar botes. Hacía finales de diciembre de 1812, embarcaron en 20 canoas aproximadamente 600 hombres. Al llegar a la isla se encargaron de fortificarla construyendo canoas, una fábrica de pólvora y de balas, reunieron algunos cañones 1000 hombres para la defensa. Para tener contacto con el exterior, se relacionaron con el Comandante Luis Macías -dueño de la hacienda de La Palma que se había unido a la causa independentista formando parte del Departamento del Poniente-, quien operó por las orillas del lago.[2]

 

El Teniente Coronel Ángel Linares de manera permanente estuvo al acecho de la isla. El 26 de diciembre de 1812 decidió realizar un ataque, embarcándose en una gran canoa de Cuitzeo y seis más de Jamay -ambas poblaciones al noreste del Lago de Chapala-, pero al ser sorprendido por más de 70 canoas rebeldes cayó preso. El resultado de esto fue su ejecución en manos de los nativos de Mezcala. La muerte de Linares propició que el General José de la Cruz agilizara los trabajos que se estaban llevando en el apostadero de San Blas, relativo a la construcción de embarcaciones que pudieran navegar por el lago de Chapala y que permitieran el ingreso a la isla.

 

El Teniente Coronel Graduado Ángel Casaval sustituyó a Linares. Los rebeldes siguieron fortificándose con los auspicios de José María Vargas y organizados por el cura Castellanos. Listas algunas de las embarcaciones que se necesitaban para el ataque, encabezaron la armada realista el Alférez de Fragata Felipe García y el Coronel Pedro Celestino Negrete como Comandante de la tropa. El 12 de junio de 1813 partieron hacia la isla atacándola por el noreste. Los realistas se encontraron con una fuerte resistencia obteniendo nuevamente una derrota gracias a que se topan con una muralla submarina que los insurgentes habían construido para protegerse. En este enfrentamiento, García murió y Negrete resultó mal herido al perder dos dedos de su mano izquierda,[3] situación que le imposibilitó continuar en la campaña hasta recuperarse.

 

El primer combate naval en Mezcala

Los españoles se reorganizaron para un nuevo ataque designando al Capitán de Navío José Navarro para sustituir a Negrete[4] y al Teniente de Fragata Manuel de Murga  para dirigir a la armada realista en sustitución de García. Se dispusieron entonces al bloqueo de la isla. Sabían de la fuerza y resistencia de los habitantes de Mezcala, concluyendo que sería más fácil derrotarlos por hambre que por la fuerza de las armas. Las reuniones de los realistas para diseñar la estrategia fueron constantes. El 16 de julio de 1813, Cruz y sus oficiales llegaron al acuerdo de establecer el bloqueo a través de dos frentes: el primero con los destacamentos ubicados en los pueblos de la periferia del lago de Chapala y el segundo con las embarcaciones previamente fondeadas en las inmediaciones lacustres.

 

Todavía antes de poner en práctica la estrategia acordada, el General José de la Cruz convocó a las principales cabezas de los insurgentes para poder llegar a un arreglo. A dicha reunión asistieron los Capitanes Encarnación Rosas, Pedro Nicolás Padilla y Julio Navarro, el Teniente Coronel José Santa Ana y el presbítero Marcos Castellanos. El armisticio no se pudo consumar ya que los realistas exigían la capitulación de la isla, cosa que los independentistas no aceptaron, iniciándose así las acciones de ataque.

Bien informado de las condiciones en las que se encontraba la isla de Mezcala, Cruz supo que con las fuerzas que contaba no era posible atacarla, pues el resultado sería tan desastroso como los anteriores acercamientos. Consideró necesario la construcción de una batería flotante en San Blas de Nayarit que, debido a las condiciones del momento, tardó un tiempo en estar lista:

 

…la isla de Mezcala la han fortificado extraordinariamente, y como no es fácil el ataque a viva fuerza porque no hay suficiente número para resolverse a perder 500 a 600 hombres; estoy decidido a que se construya inmediatamente una batería flotante con 2 cañones de a 24, y poner a la lancha San Fernando el otro de igual calibre que componen los 3 que hice conducir de las barrancas; se han concluido dos botes que están en la laguna y cada uno debe montar un cañón de a 6; concluidas las aguas se procederán inmediatamente a construir la batería flotante que se situará fuera del tiro de cañón de la isla y a cuyo abrigo entrarán los 8 buques menores para bloquear la isla, a no ser que una oportunidad presente los medios de atacarla a viva fuerza y para lo cual estaría la batería flotante preparada, siendo susceptible para el caso de conducir a bordo 200 hombres de infantería…[5]

 

Resultaba necesario trasladar tropas de mayor número hacia la isla, y de ahí la importancia de la batería flotante. Además, su construcción también respondía a la artillería con la que contaban los insurgentes, pues hasta Cruz llegaron los informes de que Mezcala se había artillado con diez cañones estratégicamente ubicados para la defensa.[6]

 

El primer combate naval se efectúo el 30 de octubre de 1813. Por tierra las tropas al mando del Teniente Coronel Manuel Arango recorrían la costa sur-meridional de la Laguna de Chapala, pudiendo observar que por rumbo de Tizapán navegaban 24 canoas cargadas de víveres para dotar a los insurgentes que se encontraban en la isla. De inmediato las interceptó e hizo presa de la carga y de sus tripulantes.[7] Por agua, Murga comandaba cinco buques con los que realizó el reconocimiento pareciéndole las condiciones propicias para actuar. Murga decidió atacar Mezcala enviando dos embarcaciones al mando de los Alférez de Navío Manuel Arechavala y Agustín Bocalán. Al ser avistadas por los rebeldes, éstos salieron de su escondite a bordo de 40 canoas, y al darse cuenta de las otras tres embarcaciones (entre las que se encontraba la Toluqueña, comandada por Murga), huyeron de regreso a su guarida con una pérdida de cinco canoas.[8] El bloqueo siguió su curso con la colocación de 8 botes que vigilaban en todo momento a la isla, y que continuaban resistiéndose a los ataques de los realistas.

 

Al iniciar el año de 1814 se dio un nuevo enfrentamiento. El 19 de enero, la Toluqueña al mando de José Faustino Ortiz, trató de impedir la salida de siete canoas de los rebeldes, quienes respondieron enviando 37 canoas con 2 cañones y 30 fusiles. Este encuentro duró alrededor de una hora, resultando la Toluqueña dañada sólo por 3 impactos de fusil en la vela.[9] El sitio de la isla de Mezcala se estaba prolongando demasiado causando el cansancio de los realistas y la carencia y propagación de enfermedades entre los insurgentes. Se mantenían aún en pie porque por las noches podían abastecerse un poco de víveres que les permitieron seguir soportando el asedio.

 

Se estrecha el cerco

El General José de la Cruz se decidió entonces a formalizar el ataque, trasladándose a la población cercana de Tlachichilco. Creía necesario que para lograr el objetivo de la capitulación era necesario tener una fuerza de aproximadamente 600 hombres de Infantería. Cautelosamente los realistas esperaron a que el nivel del agua del Lago de Chapala disminuyera para que con facilidad pudieran atacar Mezcala. El día 21 de marzo de 1814 se giraron las órdenes correspondientes para el asalto, designándose las siguientes embarcaciones con sus respectivos comandantes: La Flotante al mando del Capitán de Fragata Rafael Luna y el Capitán de Artillería Rafael de Orana, la lancha San Fernando dirigida por el Teniente de Fragata Alonso Buitrón, la falúa La Toluqueña, comandada por el Teniente de Fragata Manuel Murga, la Poblana a la orden del Alférez de Navío Agustín Bocalán, el bote San Miguel con el Alférez de Fragata Juan Hevia al frente, el bote Bolero comandado por el Subteniente Francisco Cañizares, el bote Nao dirigido por el Oficial Marcelino Croquer  y el bote Princesa capitaneado por el Segundo Piloto Antonio Román, la balandra Venganza, el Picudo y en fechas posteriores se incorporaron a esta escuadrilla la balandra Carmen, la falúa Fernando VII en su trono, la Tepiqueña y las lanchas cañoneras General Cruz y Lancha Grande.

 

A pesar de que el objetivo de la construcción de la Flotante fue el contar con un buque que tuviera la capacidad de llevara a bordo entre 200 y 300 hombres, la sorpresa fue mayor cuando al recibirla Cruz constató que en ella sólo se podían trasladar aproximadamente 100 Infantes, por lo que tuvo que ordenar la rápida construcción de balsas o lanchones para poder subsanar el error de la Flotante.


Las tropas de desembarco quedaron conformadas por 12 oficiales, 2 sargentos y 254 soldados, en tanto que los rebeldes de la laguna contaban con 100 canoas armadas con cañones, fusiles y armas blancas; además de mantener una fuerza constante de 1000 hombres. Desde el 16 de abril al 25 de mayo de 1814 se produjeron fuertes combates entre los realistas y los rebeldes, éstos últimos resistieron los ataques gracias al tiempo que dedicaron para fortificar la isla. Muestra clara de estos combates fue el efectuado el 1º de mayo de 1814 en la estancia Los Corrales, perteneciente a la Hacienda de San Francisco Tizapan –al sur de Chapala-. José Trinidad Salgado acompañado de José María Vargas el canónigo Lorenzo de Velazco y Gordiano Guzmán, con una fuerza de 185 fusiles, 300 dragones y 2 cañones se enfrentaron con tropas realistas al mando de los Tenientes Coroneles Manuel Arango y Juan N. Cuéllar. Las fuerzas de estos últimos eran de 800 hombres y cuatro piezas de artillería. Es notoria la desigual cantidad de hombres, y aún así los rebeldes lograron imponerse sobre ellos:

 

…el bien dado fuego de la infantería e intrepidez de la caballería no les dio lugar sino a una vergonzosa fuga, declarándose tendidos en el campo ciento y tantos cadáveres, entre ellos su cabecilla Cuéllar, 300 prisioneros entre ellos el otro Arango, y su capellán, tomándoles cuatro cañones doscientos y tantos fusiles, todo su parque, varias armas blancas y pistolas con razonable despojo que tuvieron los valientes soldados de mi mando…[10]

 

En una junta de guerra verificada el 7 de junio de 1814,[11] reunidos Cruz, Navarro y Murga entre otros, se acordó la forma en que debía continuar el bloqueo y asalto a la isla de Mezcala. Sólo les quedaban 4 buques y la lancha San Fernando portando un cañón de a 24, las falúas Toluqueña y Poblana cada una con un cañón de a 6 y el bote San Miguel con un cañón de a 2. Se llegó al acuerdo de construir dos lanchas que llevaran a bordo 2 cañones de a 24 que desmontarían de la Flotante -que resultó ser un fiasco porque se construyó en madera poco apropiada que difícilmente resistía los oleajes y que hacía agua por la parte de abajo- , y el alistamiento de 6 falúas con la capacidad para llevar un cañón de a 6 ó de a 8.[12]

 

Entonces el bloqueo se estrechó aún más, las acciones de los realistas se centraron en interceptar canoas y evitar la llegada de provisiones y víveres para los sitiados. Nada había podido lograr aún la capitulación de la isla y mucho menos se podría hacer mientras en el grupo realista existieran diferencias de poder en cuanto al manejo del mando, como sucedió con Manuel de Murga y Juan Delgado. A la par de estas diferencias estaba el problema de la deserción y muerte de la tripulación de los barcos.

 

Aunque al finalizar el año de 1814 el bloqueo ya se había intensificado, el nuevo año lo recibieron los rebeldes apoderándose de la falúa Fernando VII en su trono[13] con la ayuda de 40 canoas, acontecimiento que provocó una nueva reunión de los realistas en la que convinieron la mejor forma de terminar con esta situación.[14] La decisión fue tajante: para el día 21 de enero de 1815, José Navarro ordenó iniciar el ataque sobre las islas del lago de Chapala, a fin de rescatar dicha falúa. Valiéndose de las lanchas Cruz, Tapatía, San Miguel, Poblana y Toluqueña, rompió el fuego que fue contestado por la fusilería de los insurgentes. En este enfrentamiento resultaron heridos Marcelino Croquer y Manuel Castro, Comandante de la Poblana, por lo que resultó preciso retirarse.

 

Sin embargo, va a ser hasta el año de 1816 cuando los sucesos se precipiten y lleven a la capitulación de la isla de Mezcala. El Gobernador de Nueva Galicia se encargó de girar instrucciones, de organizar, de hacer cambios como el de José Navarro, sustituido en el cargo por Gaspar Maguna, y en un corto tiempo éste a su vez fue sustituido en el mando de la flota por José Narváez.[15] Organizó la flota en dos divisiones: la del sur, considerada como de operación, se conformó por la goleta Venganza, las falúas Tepiqueña, San Miguel, Poblana y General Venegas; la del norte o de reserva se integró con el bote Bolero, la falúa Cabañas y las lanchas San Fernando, Cruz y Tapatía.[16]

 

Los mandos de estas unidades fueron designados a los Oficiales de Marina Teniente de Fragata Alonso Butrón, Alférez de Navío Agustín Bocalán, Alférez de Fragata Juan Hevia, Alférez de Fragata José María Narváez, Alférez de Fragata José Ynzuela, Tercer Piloto Antonio Román y como ayudante del puerto el Teniente Manuel  Montenegro.[17] Se reunió un cuerpo de Infantería de 189 hombres, que fueron embarcados en los buques dispuestos para el ataque a Mezcala.[18] La infantería resultaba de suma importancia para poder desembarcar en la Isla, ya que hasta el momento los realistas no habían podido tener acceso a ella porque de inmediato eran rechazados por las fuerzas rebeldes.

 

La serie de victorias alcanzadas por los insurgentes encabezados por José Santa Ana llegaba a su fin. El cerco que los realistas hicieron sobre la isla, evitando el paso de víveres y retirando todo lo que fuera útil para los defensores de Mezcala, situando vigilancia alrededor de ella por tierra y por agua, surtió efecto. La última victoria de Santa Ana fue el 17 de agosto de 1816, cuando en el cerro del Divisadero el Comandante realista José Vallano murió en acción. El día 18, Santa Ana comunicaba al cura Castellanos sobre dicho triunfo, cuando fueron sorprendidos por un contingente realista comandado por el Capitán Luis Correa, enfrascándose en un sangriento combate en Corral de Piedra en el que resultaron disminuidas las filas rebeldes.

 

Se había destruido todo auxilio alrededor de la isla: ganado, sembradíos, ingreso de ropa, etc. El jefe de los insurgentes consideró insostenible esta situación, que más que por las armas españolas, lo que hacía urgente la rendición eran las carencias y enfermedades que sufrían los rebeldes de la isla a causa del sitio que inteligentemente Cruz había organizado, hasta llevarlo a sus últimas consecuencias. Es por ello que José de Santa Ana decidió dialogar con el Comandante General de Nueva Galicia para pactar la capitulación en las condiciones más convenientes. No consultó a nadie al tomar esa decisión, hasta su regreso a la isla enteró al padre Castellanos del acuerdo al que llegó con Cruz: El 25 de noviembre de 1816 se firmó la entrega de la isla de Mezcala; a cambio Santa Ana conservó su cargo de gobernador de la misma, al presbítero Castellanos le permitieron permanecer el Tlachichilco, Cruz se comprometió a respetar la vida de los rebeldes defensores, de devolver sus pueblos y reedificar sus casas que quedaron totalmente destruidas, además de exentarlos del pago del tributo y de repartirles tierras y animales de labranza.[19]

 

Para españoles e insurgentes fue una situación desgastante, en la que se pagó un costo muy alto a lo largo de cuatro años en que se sostuvo el asedio de los primeros y la resistencia de los segundos. Nunca se imaginaron los realistas que los defensores de Mezcala actuarían con gallardía, fiereza y organización guerrera, todo por lograr la anhelada independencia.

 

 


[1] Mezcala es una de las islas ubicadas en el Lago de Chapala, Jalisco.

[2] Enrique Cárdenas de la Peña, Semblanza Marítima del México Independiente y Revolucionario, Vol. I, p. 21.

[3] José de la Cruz al Virrey, Guadalajara, 13 de junio de 1813, Operaciones de Guerra 149, f. 142, Archivo General de la Nación.

[4] Félix María Calleja al Comandante General de la Nueva Galicia, México, 3 de agosto de 1813, Operaciones de Guerra 149, f. 179, Archivo General de la Nación.

[5] José de la Cruz al Virrey, Guadalajara, 14 de septiembre de 1813, Operaciones de Guerra 149, f. 204, Archivo General de la Nación.

[6] José de la Cruz al Virrey, Guadalajara, 2 de octubre de 1813,  Operaciones de Guerra 149, fs. 221-222.

[7] Enrique Cárdenas de la Peña, Historia Marítima de México I. Guerra de Independencia, 1810-1821, p. 148.

[8] Documento núm. 113: Partes de D. José de la Cruz sobre varias acciones de guerra en distintos puntos del 4 de septiembre de 1813 al 3 de febrero de 1814, en Juan E. Hernández y Dávalos, op. cit., Tomo V, pp. 284-290.

[9] Documento núm. 113: Partes de D. José de la Cruz sobre varias acciones de guerra en distintos puntos del 4 de septiembre de 1813 al 3 de febrero de 1814, en Juan E. Hernández y Dávalos, op. cit., Tomo V, pp. 284-290.

[10] Documento núm. 143: Parte de D. José Salgado al Dr. Cos, sobre la victoria conseguida por los insurgentes en la estancia de Corrales, en Juan E. Hernández y Dávalos, op. cit., Tomo V, pp. 330-331.

[11] Junta de Guerra del 7 de junio de 1814, Guadalajara, Operaciones de Guerra 150, fs. 376-378, Archivo General de la Nación.

[12] Ibídem.

[13] Enrique Cárdenas de la Peña, Historia Marítima de México. Guerra de Independencia 1810-1821, Vol. 1, p. 160.

[14] Se llevan a cabo dos juntas de carácter trascendental el 28 de enero y el 26 de abril de 1815.

[15] Enrique Cárdenas de la Peña, Semblanza Marítima del México Independiente y Revolucionario, Vol. I, p. 26.

[16] José de la Cruz, Tlachichilco, 16 de mayo de 1816, Operaciones de Guerra 151, f. 148, Archivo General de la Nación.

[17] Ídem, fs. 141-143.

[18] José de la Cruz, Tlachichilco, 17 de mayo de 1816, Operaciones de Guerra 151, f. 155, Archivo General de la Nación.

[19] Parte de José de la Cruz al Virrey, isla Grande de Mezcala, 25 de noviembre de 1816, Operaciones de Guerra 151, foja 367, Archivo General de la Nación.

Última actualización el Miércoles, 12 de Enero de 2011 15:00  
Eje 2 Ote. Tramo Heroica Escuela Naval Militar Núm. 861.  Col. Los Cipreses.   Deleg. Coyoacán.  C.P. 04830 México, D.F.  Tel. 56246500 | 01 800 627 4621  webmaster@semar.gob.mx

SECRETARÍA DE MARINA - ARMADA DE MÉXICO - ALGUNOS DERECHOS RESERVADOS © 2001 - POLÍTICAS DE PRIVACIDAD