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México, D.F., 25 de septiembre del 2009.- Luego de que se presentara un fenómeno meteorológico fortuito con vientos fuertes y lluvias severas que sorprendió a prestadores de servicios y turistas en las aguas de Cabo San Lucas,  Baja California Sur, el día de ayer cinco personas fueron auxiliadas por personal de la Estación Naval de Búsqueda y  Rescate de Los Cabos.

Fue así como en las inmediaciones de la “Playa del Amor” los efectos del mencionado meteoro local causaron que la embarcación de nombre “Debbie II”, la cual remolcaba un paracaídas de recreo con dos personas (un hombre y una mujer) de nombres Tom Ung Dob  y Fung Hong, se pantoqueara (volteara) rompiéndose el cabo (la cuerda) de  citado paracaídas, desplazándose sin control por los efectos del viento hacia el interior de la dársena de este puerto.

La señora Fung quien se soltó del paracaídas en las inmediaciones de la bocana fue rescatada por una embarcación turística, a su vez el señor Ung, al soltarse del mencionado paracaídas a 150 metros de la plataforma de varada de la Estación Naval de Búsqueda y Rescate de este Sector Naval a una altura aproximada de 20 metros, cayó al agua en el interior de la dársena, perdiendo el sentido.

Tras recibir los primeros auxilios por parte del personal de dicha Estación Naval, el Señor Tom Ung Dob recuperó el conocimiento; posteriormente con un estado de salud estable se procedió a trasladarlo en una ambulancia a un hospital privado, junto con su acompañante Fung Hong, quien se reencontró con él en citado punto.

Asimismo, zarpó una embarcación tipo Defender de la Armada de México hacia  inmediaciones de la “Playa del Amor”, con el fin de auxiliar a la embarcación “Debbie II”, que al llegar al área ya estaba siendo remolcada a puerto por la embarcación turística.

Pero al presentarse una nueva emergencia, la embarcación Defender procedió a dirigirse a auxiliar a dos kayaks  que eran abatidos hacia mar abierto por efecto del viento y la corriente, embarcando a Shari Andrews, Ttatia Coco y Marco Polo Lurias de 45, 43 y 28 años de edad respectivamente y los citados kayaks, para trasladarlos a puerto en buen estado de salud y sin contratiempos.

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