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México, DF.,  19 de febrero de 2010.- Como ya se ha informado, el Buque Escuela Cuauhtémoc de la Armada de México, el pasado 16 de febrero, obtuvo el primer lugar de su categoría y el tercer lugar general, al participar en la primera fase de la Regata “Velas Sudamérica 2010”, como parte del crucero de instrucción “Bicentenario 2010” que desarrolla con Guardiamarinas de la Heroica Escuela Naval Militar, desde el día 11 de diciembre  de 2009, fecha en que zarpó del puerto de Acapulco, Guerrero.


Ante ese logro tan significativo, no sólo para los tripulantes del velero sino para la Armada de México y los mexicanos en general, el Secretario de Marina Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza felicitó al Comandante del Buque Escuela Cuauhtémoc, Capitán de Navío C.G.DEM. José Francisco González Galindo, manifestándole el orgullo que representa para nuestro país el haber obtenido ese importante triunfo.


El Comandante del Buque Escuela Cuauhtémoc relató que el pasado 7 del actual se llevó a cabo un desfile naval en Río de Janeiro, Brasil, con los buques participantes: además del Cuauhtémoc, los buques veleros “Esmeralda”, de Chile; “Juan Sebastián Elcano”, de España; “Libertad”, de Argentina; “Gloria”, de Colombia; “Guayas”, de Ecuador; “Simón Bolivar”, de Venezuela; “Cisne Branco”, de Brasil y “Capitán Miranda”, de Uruguay, manteniendo una velocidad de maniobra de 6 nudos (11 km/hr) y distancia entre estaciones (embarcaciones) de 500 yardas (457 metros), concluyendo a las 14:20 horas.


Posteriormente, a las 17:00 horas dio inicio la histórica Regata “Velas Sudamérica 2010”  habiendo cruzado la línea de inicio de Regata a las 17:03 horas, no sin antes de una emocionante salida, en donde se cruzaron las derrotas (rumbo) del Emperador Azteca Cuauhtémoc y el velero uruguayo “Capitán Miranda”, ocasionando con esto un desfasamiento al zarpe para terminar saliendo en tercer y cuarto lugar respectivamente.


La primera fase (pierna) de esta justa deportiva se llevó a cabo en el tramo comprendido entre Río de Janeiro, Brasil y Mar del Plata, Argentina, en el que se tuvieron que sortear diferentes retos como las corrientes marinas, así como las diversas condiciones meteorológicas de viento y temperaturas, las cuales marcaron el ritmo de la derrota (travesía) en la justa deportiva que grandes veleros del mundo se disputan el honor de ganar.


La competencia no sólo fue con los demás navíos sino con el mismo mar que pide su tributo de respeto y nos advierte que únicamente la destreza y trabajo en equipo de sus tripulantes permite llegar seguros al destino.

En el tercer día de competencia, a los pocos minutos del ocaso, el Cuauhtémoc se vio embestido por un frente frío estacionario con vientos sostenidos de 24 a 25 nudos (44.4 y 46.3 km/hr) y rachas de hasta 32 nudos (59 km/hr); sin embargo, la tripulación atenta y comprometida con la competencia reaccionó de manera pronta y expedita a fin de convertir la adversidad en una ventaja, saliendo avante el Cuauhtémoc con una velocidad mayor a los 12 nudos (22.2 km/hr), logrando sacar suficiente ventaja al resto de los buques de su categoría, repuntando considerablemente hasta que el viento lo permitió.


Nuevamente la mar gruesa se presentó el día 14 de febrero y el Embajador y Caballero de los Mares, como se le conoce también al Cuauhtémoc, se acomodó en las olas hasta casi dar alcance a buques más veloces y de mayor superficie de velamen. Apuntando la proa a la línea de llegada y con una escora (inclinación) dinámica de hasta 22°, el buque inició un cierre a la meta para recordar toda la vida.


Después de 8 días y nueve horas en los que algunos buques se vieron embestidos por condiciones meteorológicas adversas, así como diversas averías, se vieron forzados a maniobrar con máquinas, mientras que el Cuauhtémoc aprovechó los vientos frescos para dar alcance al velero argentino “Libertad” y así realizar el cruce de la meta en tercer lugar general y primero en su categoría (A2), haciendo esto solo 10 minutos después de éste último, siendo las 02:59 horas del día 16 de febrero del año 2010 cuando arribó a la meta.